Un amor que nace
En un café tranquilo,
en un día lluvioso con aroma a café recién hecho y el susurro de las
conversaciones. Mi alma se encontró con una mirada profunda que empezó un viaje
que cambiaría mi vida.
Y allí estaba yo
cansado y harto de tanto trabajo intentando disipar mis complicados
pensamientos con in delicioso café. Mis ojos perdidos encontraron una bella
mujer con una mirada tierna y dulce. Sentí una conexión inexplicable. Luego de
20 minutos no pude irme sin hablarle.
El chico se
acerco a mi de repente, me sentí muy nerviosa tanto que tiré mi café sobre su
camisa. Me disculpe como ochenta veces, pero él solo se reía. Me invitó otra
taza de café y un delicioso alfajor, hablamos por dos horas sin darnos cuenta
del tiempo.
Hablar con ella
era como una adicción, observar su pálido rostro, sus ojos tan brillantes y
dulces y sobre todo su sonrisa cautivadora, me hacia calmar mis pensamientos.
Lamentablemente la noche llegó y yo tenia que trabajar al día siguiente, asi
que le pedí su número y me retiré.
El chico de la cafetería me dejo cautivada, no
podía dejar de pensar en él. Luego de dos días seguía esperando que me escriba,
pero, no paso. Volví a la cafetería a las 6 p.m. esperando encontrarlo, pero no
fue así.
El 12 de octubre
6 días después, recibí un mensaje de él, me sentí emocionada, me invito a salir
al día siguiente.
Tenia tanto
trabajo que no podía escribirle, pero apenas pude lo hice. La invite a un
restaurante a las 5 de la tarde y ahí estaba, tan hermosa y radiante, me quede
admirando su belleza por un momento.
Él estaba sentando,
viendo, fijamente, lo cual me hizo que me ponga roja. Lo cual el noto, y lo
aprovecho. La velada fue increíble, la conexión que sentía con el fue grandiosa
y única.
La cena estuvo
espectacular, al coquetearle se ponía colorada lo cual me daba gracia. Hablamos
de varios temas y hubo muchas risas, estaba seguro me enamore de ella.
A las 7 bajo la
noche estrellada, nuestras alamas se encontraron y enamoraron. El se inclino
suavemente hacia mis labios. Es un hombre increíble y allí empezó nuestra
historia.
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